30/12/2020

¿Qué os parece si os invito a mi humilde hogar?

 Hoy quiero hablaros de algo más "mundano", como mi casa, que hoy en día se ha convertido en una especia de Casa-Museo. Mi casa se encuentra a unos pocos pasos de la Iglesia de San Pedro y San Guido, en el número 31 de la calle del Capítulo, junto a la Cámara del Beguinaje en el barrio de Anderlecht. Este barrio tuvo un crecimiento extraordinario durante la Edad Media, debido al culto de San Guido y su ruta de perenigración con el Camino de Santiago.

Mi casa recibió muchísimos visitas de grandes eminencias como es el caso de, el Papa Adriano IV, también vinieron a mi casa muchos de mis seguidores para intentar comprender mi pensamiento. El barrio de Anderlecht apenas contaba con unos 300 habitantes sin embargo mi presencia dejó una gran huella en este barrio.

Hoy en día, mi Casa-Museo, está compuesta por una gran biblioteca, una primera sala esta formada por la retórica, la segunda sala cuenta con mi mesa de trabajo, la misma silla que utilicé, un retrato mío y por supuesto una carta que yo mismo escribí. La sala del Capítulo, alberga impresionantes cuadros de pintores flamencos como los del, Van der Weyden, El Bosco y algunas de las primeras ediciones de mis libros como es el caso de "Adagio". En la segunda planta, se encuentra la sala blanca con algunas de las ediciones más antiguas de mis libros y algunos recuerdos memorables del barrio anteriormente mencionado y la última sala alberga mi biblioteca. 





"Elogio de la Locura" o mi ojito derecho ;)

Hoy quiero hablaros de lo que es posiblemente, la mejor lectura que he podido realizar en toda mi vida, "Elogio de la Locura", aunque, realmente se trata de una traducción realizada por un servidor y mi gran amigo Tomás Moro, de la obra original perteneciente al autor griego Luciano de Samósata. Esta obra está compuesta por una serie de discursos solemnes, en la cual, encontramos a la locura haciendo elogio a la ceguera y la demencia, además, realicé un examen de forma satírica de las supersticiones, las locuras pedantes (entre las que me incluyo) y las prácticas piadosas y corruptas de la Iglesia Católica. Durante el transcurso de la obra se señala, las múltiples ventajas que puede llegar a tener la locura sobre la razón, destacando la felicidad que presentan los hombres cuando se encuentran abrazados ante la locura. Ante esta situación se ven afectados tanto los gramáticos, los filósofos, los teólogos, los Papas, obispos germánicos, reyes así como los príncipes. 
Los orígenes de la Locura se encuentran en las Islas Afortunadas, siendo sus padres Pluto y Hebe, además, cuenta con un cortejo formado por la Adulación, el Amor Propio, la Demencia, la Pereza, La Molicie, el Olvido y la Voluptuosidad y se lamenta de aquellos que rechazan su nombre y renuncian a las múltiples ventajas de las que se benefician. 
La locura se presenta en un auditorio, en el cual, así misma se realiza un elogio sobre ella misma, nombrando una a una sus cualidades, enorgulleciéndose de sí misma debido a que muchos de sus beneficios se encuentran entre multitud de personas.
Se trata de una obra que escribí como una especie de juego divertido, ingenioso y satírico, buscaba realizar una crítica de la sociedad, denunciando todas las clases sociales y a su vez afectadas por la Locura, además, me amparé en el uso de la retórica para así negar todo lo que se ha escrito afirmando que se trata solo de un juego de palabras.


29/12/2020

Erasmo y España (España, España, España)

 Erase una vez en una hermosa tierra llamada España, allá por el siglo XVI, cuando se solía llamar Eramista a algún que otro teólogo, a un profesor de la universidad, a un humanista o simplemente a una persona sencilla que nada tiene que ver con el mundo de este conocimiento teológico, solía ser una de las más graves acusaciones que se podían realizar y solía acabar en manos de la Inquisición. Llegué a causar una gran sensación en España, pese a esto a mi gran amigo Tomás Moro jamás le gusto este país, donde gocé de una gran autoridad, además, se realizaron muchísimas traducciones de mis obras así como comentarios de las mismas. En la Universidad de Alcalá se podían encontrar muchísimos de mis seguidores así como partidarios cercanos a los círculos de Carlos V.  También tenemos el famoso "Diálogo de la doctrina cristiana" 

publicado en 1529 por Juan Valdés. En este libro se recogen las tesis erasmistas relacionadas con la piedad íntima y personal, al poco tiempo, fue denunciado por la Inquisición, sin embargo, fue juzgado de manera benévola por parte del tribunal que era muy afín a mis tesis teológicas, de echo, debo añadir la frase de El Brocense: "Quien dice mal de Erasmo, es fraile o es asno", sin embargo, también se podía encontrar otras voces que me acusaban de ser afín al Luteranismo, que evidentemente venían de aquellos círculos religiosos con los cuales no estaba de acuerdo. 

Mis lecturas llegaron a generar en España tres desencadenantes básicos, por un lado se comenzó a darle una gran importancia de los estudios clásicos pertenecientes a las humanidades, el aumento de la piedad tanto interior como personal y un cambio de los estudios de las Sagradas Escrituras. Finalizó este apartado con una de las grandes frases Bataillon: "un movimiento positivo de renovación espiritual y un esfuerzo de cultura intelectual dominado por un ideal de piedad".

28/12/2020

Lutero y yo

 Bueno creo que ha llegado el momento de hablaros de mi relación con Lutero. He de decir antes de nada, que entre Lutero y yo siempre han existido diferencias, pero es una persona a la que le tengo una gran estima y que en general siempre me he encontrado de acuerdo con sus ideas, algo que me traería muchísimos problemas con la Iglesia, sobre todo con las críticas hacía la Iglesia, algo que ya bien sabréis sobre mí. Sin embargo, debo añadir, que llegó el momento en el que la relación entre Lutero  y yo, llegaría a punto de inflexión, Lutero comenzó a presionarme para que me convirtiera en el rostro visible de la Contrarreforma llevada a cabo por los reformistas alemanes, yo me negué de forma rotunda, pero esto no acababa ahí, el Papa León X también me presionaba para que comenzara a atacar a los reformista como podéis ver, me encontraba entre "la espada y la pared". Aquí os dejo un "selfie" de aquellos tiempos, de mi buen amigo Lutero.

Negarme no fue una de las mejores idea que pude tener, esto último me granjeó un cierto odio por parte de ambos bandos llegando a acusar mis actos de cobardía y deslealtad, la Iglesia no tuvo otra cosa mejor que hace que destacar mis actos con la siguiente frase: "Usted puso el huevo y Lutero lo empolló", sin embargo les conteste con una ocurrencia aun mejor: "Sí, pero yo esperaba un pollo de otra clase", desde luego que a batallas dialécticas no hay quien me gane. 

Lutero y yo intercambiamos muchísimas palabras a través del "WhatsApp" de aquella época, es decir, a través de las cartas, no era tan rápido como los tiempos modernos que corren, pero no por ello, menos eficaz. En las primeras cartas que recibí de Lutero no dejaba de alagar el trabajo de toda mi vida, sin embargo, en ningún momento mencionó la reforma que tenía pensado llevar a cabo. No tardó mucho tiempo en pedirme que abandonara el catolicismo para unirme a su bando protestante recién nacido.

Como ya me conocéis, no soy partidario de unirme a ninguna causa, a excepción de la católica claro esta, además, unirme a Lutero como líder religioso provocaría "echar por tierra" todo el trabajo de las obras de mi pensamiento puro que tanto esfuerzo me habían costado. Lutero no estaba para nada de acuerdo conmigo, de echo, estaba seguro de que, la única forma de reforma la Iglesia es a través del abandono de libros y con la conversión de un líder espiritual del pueblo, siguió insistiendo pero una vez más le volví a insistir en que no me uniría a su causa y finalmente, aceptó mi plena decisión. 


26/12/2020

La Iglesia y yo, una relación llena de altibajos

 Como ya me vais conociendo un poco más, además, voy teniendo cada vez más confianza con vosotros, quiero hablaros hoy de mi difícil relación con la Iglesia. Siempre he sido un hombre de Dios, iba a misa, rezaba, conocí al papa León X, pero no siempre he estado de acuerdo con esta institución. Junto a mi gran amigo John Colet y algunos amigos pertenecientes a los monasterios agustinos, decidí analizar las obras más importantes pertenecientes a las civilizaciones tanto griegas como romanas orientándolas a la sociedad en la que me encontraba, buscando obtener la información más relevante que contenían estas obras para que todas las personas que pudiesen las leyesen. 

Sería en Basilea, os adjunto una imagen excelente de su ayuntamiento, donde me vi obligado a retirarme debido a las persecuciones a las que me encontraba sometido. En esta preciosa ciudad me sentí muy bien recibido y me volví a rodear de excelentes personas y amigos que creían en mi forma de ver el mundo y la vida. Pero os estaréis preguntado: ¿Cómo llegue a ser perseguido? Bueno antes de nada, debo decir que creía en la doctrina católica y en la estructuración de la Iglesia, sin embargo, estaba en total desacuerdo con la rutina, supersticiones y la ignorancia que impregnaba esta institución, así que, a través de mi formación universitaria y mi capacidad para transmitir ideas buscaba que la Iglesia permitiera una mayor libertad de pensamiento, evidentemente esto me acarreo muchos enfrentamientos con la Iglesia pero, al fin y al cabo, nos encontramos en el Renacimiento, la Iglesia necesitaba un lavado de cara, al menos por dentro, que nos permitiera una mayor libertad y así liberarnos del yugo del pensamiento dominante perteneciente a la Edad Media

Esto último provoco que tuvieran que declarar los ataques que había realizado a la Inglesa, evidentemente, declaré públicamente que no iban dirigidos ni a la Iglesia ni muchos menos a Dios, sino a los obispos y frailes que se aprovechaban de la buena fe de los cristianos para venderles el paraíso y haciendo de esta hermosa religión un negocio. Finalmente creyeron mis palabras gracias a mi trabajo con la Biblia, dado que de esta forma se confirmaba mi fe a la doctrina católica, y su gran difusión a nivel público me granjeó una gran fama y fui admirado tanto por católicos como por protestantes.


Ha llegado "El príncipe de los humanistas"

Corría el año 1466 cuando comenzó mi vida, un buen 28 de octubre de ese mismo año, nací en la ciudad de Rotterdam y no vería la "luz de...