01/01/2021

Carlos V me esperaba y el príncipe llegaba

Hoy vengo a hablaros de una de mis obras más famosas, "La educación de un príncipe cristiano", dedicada a nuestro queridísimo monarca Carlos V, y así mismo ligada a mi pensamiento.  Esta obra está dedicada al monarca mencionado anteriormente, con esta obra buscaba educar de la mejor manera posible a un príncipe, para ello, debe de contar con un preceptor con las siguientes funciones: El preceptor debe elegir a los amigos del príncipe y por supuesto, educarle corrigiendo los "malos hábitos" e inculcarle las artes nobles. 

Este preceptor debe estar dispuesto a utilizar diversos medios, como los textos literarios o pedagógicos, por supuesto, nada de lecturas sobre temas violentos, guerras o conflictos, se debía de educar al príncipe con la visión de un mundo mejor. Buscaba que el gobernante fuera una especie de "gobernante filósofo", sin embargo, la única diferencia es que la verdadera sabiduría es la moral cristiana por supuesto. 

Con respecto a las obligaciones que debe tener un buen gobernante, debe evitar a los aduladores, conseguir, por supuesto, el afecto de sus súbditos y seleccionar adecuadamente a sus funcionarios, con respecto a la economía, se debe fomentar las obras públicas así como la promoción de la agricultura y en la política educativa, centrarse en asegurar la educación de toda la población posible.

En lo que respecta a política exterior, siempre me he centrado en la búsqueda de la paz, esto queda constatado en mi obra "Lamento de la paz", y para ello se ha de tener en cuenta tres factores fundamentales del hombre, siendo el primero de ellos la naturaleza, que es algo común entre los seres vivos y ,por tanto, dirige su principio de armonía. Por otro, se encuentra la razón, esto te otorga el privilegio dentro de la naturaleza y te permite alcanzar la vida dentro de la sociedad. Finalmente se halla la gracia o sobrenaturaleza, o lo que es lo mismo, el don que se recibe del cristianismo y que conlleva el amor al prójimo. 

En esta obra deje una serie de pautas con las que establecer una política pacifista y es algo que hay que tener en cuenta, por un lado, se han de fijar acuerdos estables en los límites de los diferentes reinos de Europa. En segundo lugar, se ha de despojar a los príncipes del derecho a declarar la guerra, así como, eliminar las rivalidades nacionales a través de una correcta formación de los pueblos incluyendo, un adecuado conocimiento sobre los vecinos. Para finalizar organizar y arbitrar la diplomacia para solucionar cualquier enfrentamiento que surja, 

En mi opinión el núcleo de toda guerra se hallaba en última instancia en las pasiones de los hombres, sobre todo, con respecto a los poderosos y las masas, siendo la guerra algo irracional debido a que su fin no tiene utilidad alguna, además, se ha de tener en cuenta la avaricia por parte de los monarcas de los Estados Modernos, que solo buscan aumentar sus territorios, cuando deberían ser consciente de que la grandeza de un reino proviene de su prosperidad y no de su extensión. 

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